por Vicente Cassanya
Tales de Mileto alcanzó una fama extraordinaria y fue el primer hombre al que se le llamó Sabio.
Sin embargo, prácticamente nada se sabe de su vida y tampoco se conoce ningún escrito, quizá porque vivía en tiempos en los que aún primaba la tradición oral. De hecho, ha trascendido más su leyenda que su historia. Vivió aproximadamente de mitad del siglo VII a mitad del VI a.C. Ni siquiera sabemos si nació en Mileto. No obstante, parece claro que sus conocimientos los adquirió, básicamente, de sus viajes a lugares del saber, como eran entonces Egipto y Babilonia.
La fama de Tales de Mileto se debe a que predijo un eclipse de Sol, que ocurrió el 28 de mayo del 585 a.C. Además, este eclipse tuvo consecuencias históricas, porque supuso el final de la batalla entre los Lidios y los Medas.
Esta predicción sigue siendo uno de los acontecimientos más destacados en la historia de la ciencia griega. Aún en la actualidad no se ha encontrado una clara explicación al método usado por Tales para su hazaña, que fue de tal magnitud como para que nadie pudiera igualarla hasta siglos más tarde. En teoría, era imposible predecir un eclipse hasta tiempos de Hiparco, es decir, dos siglos después de Tales. Sin embargo, lo más probable es que Tales se hubiera inspirado en el descubrimiento que los mesopotámicos habían hecho del ciclo Saros de 18 años (o en otro similar, conocido como exeligmos), al cabo de los cuales se repiten los eclipses en el mismo lugar del Zodíaco, aunque no sobre la misma zona geográfica. Precisamente esto es algo que alimenta el enigma: ¿cómo pudo, entonces, predecir Tales que allí se podría ver un eclipse?
Buenos encuentros
Algo destacable que ocurrió en aquellos tiempos es que en Grecia se pudieron ver bastantes eclipses de Sol en pocos años, algo poco usual. Entonces, quizá por eso Tales pensó que el siguiente eclipse, según el ciclo Saros, también lo podrían ver sus conciudadanos. Como en aquellos tiempos los eclipses eran temidos, probablemente el astrólogo-filósofo predijo el eclipse únicamente para dar a entender que era un fenómeno de la naturaleza y nada más.
Pero, ¿cómo tuvo acceso Tales a los avanzados conocimientos astronómicos de los pueblos mesopotámicos? Los historiadores suponen que hay muchas probabilidades de que se encontrase -cuando él ya era un estudioso del curso del Sol, las estaciones y el calendario- en la corte del faraón Necho (610-595 a.C.) con destacados astrólogos de la diáspora de Asiria, tras su destrucción por Babilonios y Medas.
Copleston describe dos interesantes anécdotas -aunque admite que pueden ser leyendas añadidas al mito del personaje-: la primera es que en previsión de una excelente cosecha de olivas, alquiló los almacenes de prensado y así se hizo rico. La segunda es que un día, mientras daba un paseo, se cayó a un pozo por ir mirando las estrellas. También se le atribuye a Tales de Mileto la elaboración de un almanaque y la difusión de una práctica fenicia de orientarse en el mar en base a la constelación de la Osa Mayor.
Fue Herodoto el primero en mencionar a Tales de Mileto, pero sería Aristóteles el primero en llamarlo filósofo. Posteriormente Tales ha pasado a la historia como el creador de la Filosofía.
Tales de Mileto alcanzó una fama extraordinaria y fue el primer hombre al que se le llamó Sabio.
Sin embargo, prácticamente nada se sabe de su vida y tampoco se conoce ningún escrito, quizá porque vivía en tiempos en los que aún primaba la tradición oral. De hecho, ha trascendido más su leyenda que su historia. Vivió aproximadamente de mitad del siglo VII a mitad del VI a.C. Ni siquiera sabemos si nació en Mileto. No obstante, parece claro que sus conocimientos los adquirió, básicamente, de sus viajes a lugares del saber, como eran entonces Egipto y Babilonia.
La fama de Tales de Mileto se debe a que predijo un eclipse de Sol, que ocurrió el 28 de mayo del 585 a.C. Además, este eclipse tuvo consecuencias históricas, porque supuso el final de la batalla entre los Lidios y los Medas.
Esta predicción sigue siendo uno de los acontecimientos más destacados en la historia de la ciencia griega. Aún en la actualidad no se ha encontrado una clara explicación al método usado por Tales para su hazaña, que fue de tal magnitud como para que nadie pudiera igualarla hasta siglos más tarde. En teoría, era imposible predecir un eclipse hasta tiempos de Hiparco, es decir, dos siglos después de Tales. Sin embargo, lo más probable es que Tales se hubiera inspirado en el descubrimiento que los mesopotámicos habían hecho del ciclo Saros de 18 años (o en otro similar, conocido como exeligmos), al cabo de los cuales se repiten los eclipses en el mismo lugar del Zodíaco, aunque no sobre la misma zona geográfica. Precisamente esto es algo que alimenta el enigma: ¿cómo pudo, entonces, predecir Tales que allí se podría ver un eclipse?
Buenos encuentros
Algo destacable que ocurrió en aquellos tiempos es que en Grecia se pudieron ver bastantes eclipses de Sol en pocos años, algo poco usual. Entonces, quizá por eso Tales pensó que el siguiente eclipse, según el ciclo Saros, también lo podrían ver sus conciudadanos. Como en aquellos tiempos los eclipses eran temidos, probablemente el astrólogo-filósofo predijo el eclipse únicamente para dar a entender que era un fenómeno de la naturaleza y nada más.
Pero, ¿cómo tuvo acceso Tales a los avanzados conocimientos astronómicos de los pueblos mesopotámicos? Los historiadores suponen que hay muchas probabilidades de que se encontrase -cuando él ya era un estudioso del curso del Sol, las estaciones y el calendario- en la corte del faraón Necho (610-595 a.C.) con destacados astrólogos de la diáspora de Asiria, tras su destrucción por Babilonios y Medas.
Copleston describe dos interesantes anécdotas -aunque admite que pueden ser leyendas añadidas al mito del personaje-: la primera es que en previsión de una excelente cosecha de olivas, alquiló los almacenes de prensado y así se hizo rico. La segunda es que un día, mientras daba un paseo, se cayó a un pozo por ir mirando las estrellas. También se le atribuye a Tales de Mileto la elaboración de un almanaque y la difusión de una práctica fenicia de orientarse en el mar en base a la constelación de la Osa Mayor.
Fue Herodoto el primero en mencionar a Tales de Mileto, pero sería Aristóteles el primero en llamarlo filósofo. Posteriormente Tales ha pasado a la historia como el creador de la Filosofía.
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