MADRE

 

La oscura sombra de un triste atardecer

 me dejó sin ti,

y ya no podría volverte a ver...

 

La impotencia de que te escaparas de mi lado,

de esta terrible forma,

sin poder opinar sobre si realmente era tu hora...

 

Nunca entendí quien decide la duración de la vida,

no porque sea difícil,

si no mas bien porque no quiero entenderlo...

 

Un dolor desgarrador cruzo mi pecho

y desde entonces

me acompaña como un terrible regalo que no descansa...

 

No puedo escapar de esa tarde nefasta,

cuando te contaba miles de cosas,

para que tu angustia fuera menos desgarrada

 

Te hablaba de lo bello y hermoso que sería el otro lado,

de lo bien que se descansa sin dolor ni enfermedad,

los paisajes que verías y la sensación de bienestar...

 

Todo esto te contaba,

y, ¡yo que sabia lo que te esperaba!,

y ahora después de algún tiempo

pienso y creo que hablé demasiado

para mis nulos conocimientos...

 

Aunque con todo ese parloteo susurrándote al oído

te dejaste ir con rostro tranquilo y eso me hizo feliz

porque fue dulce tu partida

o al menos eso creo,

mi regalo fue acompañarte hasta el último momento

sin fallarte nunca, porque el amor es eterno...

 
Carmen Rochera
Dedicado a mi madre
 

 

Comentarios