Divina es la fuente

que cincelada queda

hermosas mejillas

amasadas presas

el corte perfecto

que separó tus nalgas

la música exacta

de tu fiel garganta

redondos tus dedos

que recorren mi piel

como la punta de un pincel

pintando un lienzo puro

si los lirios sonríen

coged mi mano

azahar esparcido

embriagador olvido

seda es tu piel

labios de fuego fugaz

aires para despertar

ábreme la puerta

que yo la dejé abierta

échame la llave

y piérdete en la alcoba

inquieto me enamoras

sirviéndote el manjar

apresas el lugar

que más place a tu mente

sin duda no hay sosiego

pues es un viaje hermoso

a un lugar sonriente

donde se prepara

directo el pastel

para el resto incandescente

come con gusto

tu apetito saciado será

pero puedes llegarte a hartar

aunque lo dulce y hermoso

poco harta en el fiel reposo

amar en cada almohada

sentir en cada goce

volcar un triste plano

cuando salgas sin llaves

de este calabozo...

serás el suave príncipe

de cuentos orientales

que conquistó una torre

y sintió los arrabales

donde fugó su alma

al viento del amor...

Carmen Rochera