Un candil de amor


Una luz encendida

tenias en el pecho,

por si alguien la advertía

y reparaba en ello...

era un candil de amor

que estaba nuevo...

que como nadie veía,

te quemaba por dentro

me llamo la atención

tu corazón de fuego...

me acerque a tocarlo

y esclava quedo...

una luz encendida

dejaste junto a tu lecho,

por si se me olvidaba

el camino de regreso...

como tardaba mucho

aquel retorno...

volviste tu mirada

a aquel suceso...

teñiste de colores

la luna llena...

para olvidar condenas

y tus problemas...

¡No te preocupes amor!

te dije al irme...

pues aunque tarde,

volveré a darte un beso

como la ola en la orilla

del mar de estío...

que una vez, y otra vez

retorna fresca, espumosa,

y eterna, a besar el filo...

vi tu luz encendida,

y no pude entrar...

pues mi voluntad,

era gritarte, y acariciarte

pero la vida me fue

y se llevo con ella

la carne de mi envoltura

y vista serena...

te quise contar

¡Si tú supieras!

cuantas cosas hermosas

para tus venas...

pero aquello separo,

todas mis fuerzas

y me dejo fría

como a una sirena...

                                               Carmen Rochera

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