La turquesa es un mineral, utilizado como piedra preciosa, de color azul verdoso aunque su color tiene tanta variación como el resto de sus propiedades, pudiendo presentar unos tonos azul celeste, verde amarillento, azul oscuro e incluso blanco.
En todas sus tonalidades las gemas turquesas han formado parte de las ornamentaciones más ricas tanto en el Egipto de los Faraones como en Persia, Mesopotamia, China y en la América precolombina.
A nivel esotérico la piedra turquesa es valorada como amuleto para armonizar los planos espiritual y físico ya que potencia la intuición y la expresión guiando a la superación de miedos y tabúes. Esto propicia la purificación (limpieza) mutando la negatividad en confianza y calma, lo que lleva a un equilibrio en el ánimo que se impone sobre las alteraciones y vacilaciones emocionales.
Desde la antigüedad en regiones de Oriente medio se ha considerado a la turquesa como símbolo de esperanza y de valor.
Para obtener estas propiedades esotéricas las gemas o minerales deben estar debidamente ritualizadas, programadas y cargadas por una persona iniciada en dicho arte.
Comentarios